martes, 28 de septiembre de 2010

EXTRA, EXTRA!!

Historiadores prueban que el Gran Incendio de Londres de 1666 fue provocado por un antepasado de Bárbara Moyano.
Todo empezó, dicen, con un infortunado accidente con un pedazo de carbón ardiente.

El diario del burgués Thomas Troponowonski, un rico empresario de origen eslavo que comerciaba con manteca belga, recientemente recuperado y expuesto ahora en la Biblioteca acional Ingilesa, se encontraba entre los volúmenes de una colección privada de diarios antiguos que la noble condesa de Dovershire había cedido en herencia a su carlino, Bowie (junto con todo el patrimonio familiar, valorado en unos 20 millones de euros, entre lo que figuran el palacete familiar, el yate familiar, una lavadora engastada en zafiros familiar). Sobra decir que sus hijos no vieron ni un duro.

Es así como el generoso carlino dona a la Sociedad Histórica Londinense una colección de volúmenes de incalculable valor histórico, además de otros altruistas gestos de mecenazgo que marcarán un antes y un después en el arte universal, como la donación de una considerable suma a la Asociación de Fracasados Imitadores de Botero que Se Hacen Llamar Artistas (AFIBSHLA) o la fundación "Los perros patada por la  cultura", que tanto bien hará en años venideros a las energías del universo (según la humilde opinión de un servidor).

De este modo llegamos a la desgraciada y desgarradora historia del fin de la fortuna del imperio Troponowonski de la manteca belga en la desalmada Inglaterra (así como de la destrucción de 3/4 de la capital del actual Reino Unido). Según el texto, estudiado por importantes expertos en historia y trolas universales, una mañana la nueva sirvienta española de la familia, Magdalena Moyano, una agradable jovencita temerosa de Dios, tropezó, vertiendo en una sala llena de alfombras una bandeja de brasas ardientes que sus señores habían solicitado les llevase a la habitación para proseguir con sus rutinarias prácticas sadomasoquistas. Según el diario del comerciante el fuego estuvo controlado durante 3 semanas. "Era un incendio muy educado, se quedaba en la habitación si no lo molestabas. El olor a chamusquina era lo único que realmente era una carga soportar de él"- Escribe el desafortunado empresario. "Todo se torció cuando le sacamos de la habitación para invitarlo a cenar, no creo que le sentasen bien las patatas, además, a los niños no les agradaba. Pero cuando quise echarlo ya se había extendido por todo el comedor, no podía llamar a las autoridades porque por aquel entonces la multa por dar cobijo a un incendio en casa era desorbitantemente alta, aunque bien pensado después de reducir a cenizas media ciudad subió incluso más"
El fuego se propagó a los almacenes de manteca adjuntos a la casa, donde  cogió fuerza y empezó a extenderse a edificios vecinos. La familia sólo tuvo tiempo de hacer las maletas, sacar los muebles, descolgar los tapices y cargarlo todo en los carruajes, pero tristemente no les alcanzó para liberar los 50 esclavos somalíes que tenían en el sótano y la suegra del empresario, que, encerrados en la vivienda murieron abrasados entre el humo, los gritos y el olor a carne quemada. La familia entonces se embarcaría en un viaje en busca de la fortuna perdida a las colonias del este del nuevo continente, y tras muchas aventuras, despropósitos y escandalos sexuales cambiarían el apellido Troponowonski por uno más fácil de pronunciar para aquellos catetos americanos, Clinton.
Magdalena, que fue despedida antes de la travesía, regresó a su ciudad natal, Cuenca, donde fundó un emporio de pelucas blancas que unas rumanas le robarían a sus tataranietos y tendría mucho éxito con la llegada del siglo de las luces y el "amariconamiento" que el mismo conllevó en Europa (misteriosamente el diario también incluye ésto).
Tras un exahustivo estudio genealógico los más prestigiosos estudiólogos internacionales han suscitado que Magdalena Moyano no es sino un ancestro de Bárbara Moyano, la famosa pirómana.
Así mismo, estudios genealógicos más exhaustivos parecen vincularla con el legendario emperador Nerón, aunque de momento eso se queda en el campo de la especulación.

Tristan

viernes, 24 de septiembre de 2010

Mudémonos todos a un piso!

¡Hagamos un Blog!

De todas las posibles razones para abrir un blog, ésta es probablemente la más absurda; Todo comenzó cuando nuestra querida Bárbara irrumpió en una conversación con la frase "¡Hagamos un blog!". No nos hizo falta nada más, para nosotros fue razón suficiente.


La dulce e inocente Barbi no entendió cuán genial (o desastrosa) podía llegar a ser su idea: nos ha proporcionado un espacio para escribir soplapolleces ilimitadas, desde situaciones cotidianas hasta sueños nunca confesados. Para ello os dejo cuenta (barbiblog@gmail.com) y contraseña, algo que Bárbara necesita pero que Tristan nunca usaría (y la regaña por ello).
En fin, gentecilla, a ver qué sale de esto.


PD: Bárbara, no va con mala leche, es algo mucho más grande y épico que simple mofa.